martes, 28 de agosto de 2012

Me cago en todo y en todos, no se en que maldito momento llegue a este punto, y bueno #asalways mi único método de desahogue es este. Bueno...se que fue MI culpa por permitir taaaanto, pero debo de aceptar que aunque no me lo topo ( y de verdad agradezco a todas las fuerzas del universo por ello) siempre habrá personas relacionadas a el, por una u otra cosa, o me enterare de algo .... about him ! .

Ahora ese alguien a quien yo le guardaba un aprecio grande, de pronto todo se fue a la mierda, sin saber que pedo!, and after viene como si nada, y nomas cuando pongo intensidades me dice que onda? No wey, la neta hiciste mamadas sin tener argumentos, asi que a la mierda ahora y siempre. .|.

He llegado a la conclusión que los pendejos no son los que llegan a mi vida, yo soy la pendeja por dejarlos entrar y creer en que son buenas personas, con buenas intensiones y sentimientos y nel!, apesar de ser buen pedo y NUNCA haber sido mala onda or something like that, todos son unos malditos patanes de mierda... #OdioExplicito....

Que triste es esto jajajaja y me refiero a la redacción, pero no tenía un modo de desahogue sooo, aqui se tendrá que quedar. :)

Pudraaanse Todos <3 :3

jueves, 12 de enero de 2012

Introducción

Hola!! bueno este es un nuevo blog, en donde trataré de hacer una pequeña historia, espero y sea constante, por que ya estoy por entrar a la uni y más que nada serán mis tiempos, sé que no soy escritora y que puedo narrar horrible, no estudio eso, esto es sólo un hobbie y pequeñas explosiciones de creatividad que amí llegan :) , así que omitanse los trolls y así, dejen comentarios que me ayuden a mejorar :) 

BYE!

En Otro Planeta

Como es posible, que con tan sólo conocerlo muy poco, yo me sentía muy identificada, cualquiera diría que era mi edad, mi forma de ser, pero no era muy enamoradiza, claro está después que te han roto el corazón dos veces, ya no puede confiar tan fácil en un hombre, pero ahora lo que estaba sintiendo en esos momentos, era algo muy diferente, o ¿Es que acaso tenía miedo de enamorarme? y... ¿Sólo estaba evitando ese sentimiento?... no lo creo, ya que, si mi suposición fuera cierta, no hubiésemos pasado de la segunda cita. Supongo que muchas veces la vida te sorprende, crees que  algunas cosas pueden ser coincidencia, sin embargo yo pienso que toda nuestra está escrita en alguna parte del universo, y muchas de las “coincidencias”  no son eso, sino que son hechos inevitables.

Fue una tarde de noviembre, el otoño caía en el hermoso estado de Puebla, cuando lo conocí no sé si fue el destino o mera coincidencia, nunca lo había visto, y pensar que teníamos tanto en común; yo estaba en la biblioteca pública, buscando unas cuantas novelas, ya que tenía mucho tiempo libre, mi padre no había podido pagar mi matricula, y no quería que trabajara, entonces me quedaba en mi casa haciendo las labores hogareñas con mi madre, y cuando las terminábamos me dirigía a un pequeño sofá, ahí me la pasaba leyendo horas y horas, hasta que llegara la hora de cenar. Mi padre me describía como una chica callada, un poco seria, y claro esta amante de la lectura y la buena música ya que compartíamos los mismos gustos musicales, los dos nos inclinábamos por el buen rock y el metal, pero el de los años de juventud de mi padre; yo físicamente, era alta, cabello castaño, lacio y largo, ojos marrones y tez blanca, amigas tenía solo dos, Camila y Daniela que eran prácticamente de toda la vida. 

En esa tarde yo me encontraba en la biblioteca, y me disponía a buscar algún buen libro de terror, cuando di la media vuelta, sin darme cuenta choqué, con un joven alto, de tez blanca, ojos claro, nunca olvidaré su mirada, ni el color de sus ojos que no era igual a otro, no eran cafés era una mezcla entre verde y café, su cabello, era de un castaño claro hermoso, y un tanto quebrado, me quede como idiota sin saber que decir en ese momento, y él fue el que se disculpó.

-Lo siento muchísimo estaba distraído – dijo él.
-No te preocupes,- y le ofrecí una sonrisa.

Me quedé paralizada, no podía moverme, y no sabía que decir mi mente estaba en blanco, y mis manos comenzaban a ponerse sudorosas, nunca me pasaba eso, ¿Qué diablos estaba pasándome en esos momentos?, y entonces sucedió lo que tanto temía, comencé a sentir un gran calor dentro de mí, ese calor iba subiendo poco a poco por mi cabeza, haciendo que me pusiera total mente roja enfrente de una persona totalmente desconocida y muy guapo por supuesto.

-¿Estás bien?- el preguntó
-Si es algo normal en mí… no te preocupes - Y reí como estúpida
- Disculpa no conozco bien la biblioteca, soy nuevo en la ciudad y necesito un poco de ayuda...
- Oh... si claro... ¿En que te ayudo?
-Bueno primero me presento, que mal educado, me llamo Santiago y como te dije soy nuevo, llegué a la ciudad ayer. Y quisiera algunas buenas novelas…
- Bueno yo me llamo Ángela mucho gusto, y claro por aquí hay unos buenos títulos.

Estuvimos platicando durante horas el comenzó a decirme el porqué se había mudado a la ciudad, era de Guanajuato y a su padre lo habían trasladado, me dijo que la decisión fue muy repentina y por lo tanto no estudiaría ese semestre, sin embargo buscaba unos libros, el estudiaba leyes, pero quería leer algunas novelas, sabiendo que tendría mucho tiempo libre, así que al verme con tres libros encima no dudó en preguntarme sobre algunos títulos. Tal parece que en ese momento en mi cabeza había una pequeña grabadora que guardaba todos los datos que él decía, tenía 21 años, estaba en 6to semestre se su carrera de leyes, decía que le encantaba, tenía dos hermanas más pequeñas y las adoraba, lo noté por la forma en cómo se refería a ellas.

Platicamos cerca de dos horas, claro está yo también compartí mis datos tenía 18 años en ese entonces, no estudiaba, pero entraría el próximo semestre esperando que mi padre tuviera mejores posibilidades, me llamaba muchísimo la atención una carrera sobre literatura, me gustaba leer, y escribía unas cuantas cosas, y quería agrandar esa habilidad que poseía.

Esas dos horas parecieron cinco minutos, todo se fue muy rápido, me tuve que despedir de él. Ya que era muy tarde, mis padres se estarían preguntando en donde estaría, me despedí de él y le dije que me disculpara, al momento de darme la vuelta el tomo mi brazo.
-Espera, quiero volverte a ver, no conozco la ciudad, así que… ¿Me la mostrarías?
-¡Claro! – estaba totalmente pasmada, y solo rogaba porque la sangre no se fuera a mi cabeza.
- Mañana nos podremos ver aquí a las ¿3 de la tarde?
- Si aquí mismo y te muestro la ciudad.

No hubo muestras de afecto, ni un beso en la mejilla, solo nos despedimos como niños pequeños diciendo adiós con las manos. Mientras yo me sentía muy feliz, todo había llegado muy inesperado, y a pesar de que era una persona totalmente nueva, me daba cierta confianza, estaba consciente que no siempre pasa eso, pero al momento de verlo y estar con él, me sentía realmente bien, un sentimiento que nunca podré comprender.